En los últimos años estamos
viendo la apertura de establecimientos de nuestro sector de dudosa
profesionalidad, cuyo negocio consiste en comprar productos de muy baja calidad
para venderlos a precios muy bajos. A priori, la relación entre estos dos
valores no sería cuestionable, pero hay mucho más allá de esto.
Estos establecimientos fomentan
el comercio de productos de destrío para luego venderlos en cantidades moderadas
(casi siempre varios kilos) a un bajo precio, pareciendo esta oferta una buena
oportunidad de compra. El problema es que, puesto que es producto de destrío,
de cada kilo invariablemente el consumidor deberá tirar alguna pieza por estar
en mal estado.
A esto hay que añadir las
condiciones de compra, transporte y venta. Los que visitamos Merca Zaragoza
cada día, vemos que las condiciones de compra y transporte no son las más
idóneas en salubridad. Todos nosotros podemos ver las condiciones de venta.
Establecimientos mal acondicionados, con la mínima higiene o ninguna, con
producto ya estropeado y el consiguiente olor, deteriorados por dentro y por
fuera con el impacto que esto tiene para el barrio y para los edificios donde
están situados, con mala iluminación, trabajadores en condiciones precarias, etc.
Algunos de ellos no superan las inspecciones sanitarias y son cancelados, otros
permanecen abiertos no sabemos cómo…
Frente a esto estamos las
fruterías que apostamos por la calidad del producto que vendemos, por supuesto,
pero también por la calidad en la atención al cliente, la higiene, la
conservación adecuada del stock, el transporte correcto, el mantenimiento de
nuestros locales y el trabajo digno.
¿Qué tipo de comercio deseo tener cerca de mi casa?
Imagen: spanishdict.com
Totalmente de acuerdo.
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