Fresas económicas a un altísimo precio ecológico

La semana pasada el periódico Heraldo de Aragón se puso en contacto con nosotros y otros compañeros del sector alarmados por la llegada de algunos artículos poco habituales en las fruterías en estas fechas y además, a un precio muy por debajo del habitual. Querían saber las causas y nuestra opinión al respecto.

Comercialmente es muy positivo que el precio de los productos sea extraordinariamente bajo pero ecologicamente el impacto y las causas son muy negativas.

Las causas, obviamente, se encuentran en las temperaturas anormalmente elevadas de este invierno que han hecho que los árboles hayan florecido hasta con cuatro meses de antelación y el resultado ha sido un movimiento en el calendario agrónomo como nunca antes habíamos visto.

La campaña de la fresa de Huelva es un buen ejemplo. Jamás la habíamos tenido en nuestros mostradores ya en Navidad y a un precio moderado. Por el contrario, los cítricos de nuestro mediterráneo de tan magnifica calidad este año no tienen el sabor que acostumbran pues necesitan de 5 a 10 grados para madurar y en ese territorio no ha hecho ese frío en toda la temporada. También están comprometidas cosechas de las próximas temporadas pues el florecimiento temprano de los árboles les hace más vulnerables a las heladas que se puedan dar hasta que llegue la primavera.

Como vemos, el impacto en la producción es enorme y lo es también en el ecosistema del entorno. Como ejemplo podemos tomar las dificultades que los productores se encuentran en el control de plagas. Esto se debe al número de insectos y las temperaturas tan altas que dificultan su eliminación. El resultado es un uso más elevado de pesticidas que, queramos o no, asimilamos en nuestra alimentación.

Nosotros pensamos que el cambio climático es ya una realidad y estos son los resultados directos y palpables. El desarrollo de este problema y sus consecuencias a medio y largo plazo se nos escapan de momento. Pero como reza nuestro título, pensamos que tener fresas tempranas y baratas no es nada positivo, pues supone un coste ecológico que en ningún caso se debe valorar solamente en términos económicos.