Elaborar tu propia mermelada casera


Es en primavera y verano cuando mayor variedad de fruta podemos degustar y una buena manera de disfrutar su sabor durante todo el año es conservándola en forma, por ejemplo, de mermelada. Además, elaborando nuestra mermelada casera podremos completar los desayunos con un aporte extra de vitaminas y sanos azúcares sabiendo que su elaboración es natural, sin conservantes, colorantes, etc.

Hacer mermelada es muy sencillo. Tan sólo varían las proporciones y los tiempos de cocción dependiendo de la fruta. Al final del artículo os contamos cómo conservarla al vacío adecuadamente.

MERMELADA DE MANZANA, CIRUELA O ALBARICOQUE

- Un kilo de fruta
- 500 gramos de azúcar
- Zumo de medio limón

Las manzanas se pelan y se cortan en pequeños cubos descartando el corazón. La ciruela se lava bien sin pelar y se corta por la mitad para quitarle el hueso. Los albaricoques es mejor pelarlos. Igualmente, se cortan por la mitad y se les quita el hueso.

Una vez preparada la fruta, se mezcla con el azúcar y el zumo de limón y dejándolo reposar 1 hora. Posteriormente, se pone la mezcla en una cacerola y se cuece durante 40 minutos aproximadamente, hasta que tenga textura de mermelada. Si se prefiere más fina se puede triturar con una batidora.
           
MERMELADA DE FRESAS

La proporción de ingredientes para esta mermelada es la misma (500 gramos de azúcar por cada kilo de fresas y el zumo de medio limón) pero en este caso no lo dejaremos reposar sino que directamente coceremos las fresas sin tallo, bien lavadas y troceadas, con el azúcar y el limón durante una hora.

MERMELADA DE PERA

Para elaborar la mermelada de pera añadiremos 800 gramos de azúcar por cada kilo de peras y el zumo de medio limón. Se pelan las peras y se les quitan las pepitas. Después ser trocean y se mezclan con el azúcar y el limón y, al igual que con las fresas, se cuece todo directamente siendo menor el tiempo de cocción, en torno a 45 minutos.

HACER LA CONSERVA

Hacer conserva casera no es difícil, pero deberemos ser cuidadosos para evitar problemas serios de salud como consecuencia de las bacterias:

- Utilizaremos siempre producto fresco para nuestras conservas.

- Los utensilios deberán estar bien limpios (cubiertos, tablas, bol, etc.) y deberemos lavarnos bien las manos.

- Los botes deberán ser de cristal. Antes de utilizarlos los fregaremos bien y los esterilizaremos hirviéndolos durante 15 minutos, dejándolos escurrir bien. Durante su manipulación evitaremos tocar el interior de los tarros.

- Tras rellenar los tarros los cerraremos bien y los introduciremos en una cazuela grande al baño maría durante 30 minutos. De esta manera se esterilizan y se envasa el producto al vacío, pudiéndose conservar hasta un año.

- Se deben almacenar los botes en un lugar fresco, seco y alejado de la luz un máximo de un año. Cada bote deberá tener una etiqueta en la que conste el producto conservado y la fecha de envasado.

- Una vez abierto el tarro, deberá conservarse en la nevera y consumirse en una semana.

Si eres una persona creativa puedes decorar tus tarros con papel y cordón de colores para hacer un bonito y personal regalo a tus amigos y familiares.



Fuentes consultadas: hogarutil.com

Imagen: biomanantial.com

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