El pasado 10 de agosto los astronautas de
la expedición 44 de la Estación Espacial
Internacional hicieron algo que nunca antes se había hecho: comer comida
cultivada en la propia estación.
Se trata de una lechuga romana roja que
ha crecido en 33 días en el laboratorio de la nave, dentro de una investigación
de 15 meses conocido con Veg-one.
Aunque no es la primera vez que se
cultivan alimentos en el espacio, sí que es la primera vez que van a formar
parte de la dieta de los navegantes. Concretamente la mitad de la cosecha. La
otra mitad se envasarán y se congelarán para ser analizados a su regreso.
La investigación tiene un gran valor para
expediciones futuras donde los astronautas podrían cultivar sus propios
alimentos frescos, mejorando su dieta y facilitando su abastecimiento en
expediciones de largo alcance.
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