De intenso color e inconfundible aroma y sabor, el fresón es
una de las frutas más deseadas en todas las épocas pues ya los romanos
apreciaban sus virtudes terapéuticas, aunque entonces sólo se conocían las
fresas silvestres.
El fresón contiene interesantes propiedades nutricionales
como su destacado contenido en hierro cuya absorción se ve favorecida al ir
acompañada por una considerable cantidad de vitamina C, por lo que es muy
apropiada para el tratamiento de la anemia. Otros nutrientes que la forman son
el ácido fólico y varios minerales, además es muy saludable y apropiada para
dietas, pues es baja en calorías y los azúcares que contiene y que le otorga su
dulzor en su máximo apogeo, está bien tolerado por las personas diabéticas. No
obstante, los alérgicos a la aspirina no deben tomar esta fruta, pues contiene
acido acetilsalicílico suficiente como para poder tener una reacción.
Actualmente, podemos encontrar deliciosos fresones desde
enero pero es un producto de temporada breve que sólo dura hasta el final de la
primavera, por esta razón conviene disfrutarla antes de que desaparezca de las estanterías.
Solos, con nata, en compota, como cobertura de una tarta o
en el más exótico y erótico desayuno acompañados con cava, disfrutar de unos
jugosos fresones es siempre un verdadero placer.
Fuentes consultadas: Revista Integral
Foto: gestionrestaurante.com
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